2 tazas de azúcar
2 tazas de harina leudante
2 cucharaditas de polvo de hornear (si, si, aunque la harina sea leudante va con polvo de hornear)
1 pizca de sal
¾ taza de agua
7 huevos
1 cucharadita de esencia de vainilla,
Encender el horno a una temperatura moderada, 180° a 200°.
Batir 1 taza de azúcar con las 7 yemas hasta llegar a punto letra, éste se logra cuando pasado 5 minutos batiendo huevos y azúcar al levantar el batidor la preparación cae formando dibujos que quedan marcados sobre la superficie de la preparación sin deformarse.
Agregarle el agua a la preparación anterior. Esto es lo que hace que especial a esta receta, el agua le aporta esponjosidad y volumen, sin que resulte pesado. Ojo que pueden salpicar todo, así que aquí les recomiendo que dejen la batidora y usen el clásico batidor de mano.
Luego sumarle la harina tamizada con la pizca de sal y el polvo de hornear (y sí, hay que hacerlo, por más aburrido que resulte, esto airea los ingredientes secos, asegurándonos de quitar todos los grumos a la preparación de impurezas, bichos o algún otro elemento raro que haya en los paquetes y también mezcla uniformemente los componentes de la receta).
Por otro lado, batir las 7 claras y cuando comiencen a espumar, incorporarle la restante taza de azúcar en forma de lluvia. Batir hasta hacer un merengue, es decir que se formen picos que queden firmes.
Por último, mezclar ambas preparaciones en forma envolvente, este procedimiento consiste en realizar movimientos circulares, lentos, de arriba hacia abajo envolviendo la preparación hasta obtener una mezcla homogénea con el fin que no se bajen las claras e incorporar aire a la preparación.
Enmantecar el molde, verter la preparación y llevar a horno moderado, 200°C y cocinar por 45 min aproximadamente.