ATENCIÓN: Se nos ha enviado una actualización de lo que ha sucedido en este caso. Por favor, léalo al final de la nota MUJERES IMPIDEN MI BODA
Necesito orientación urgente, y les aseguro que nunca nadie les ha pedido algo parecido. Apenas el jueves pasado, se suponía que se iba a desarrollar mi boda religiosa. Por cosas del destino, el del Registro Civil nos cambió la cita y decidimos posponer la boda civil (hacerla en privado una semana después de la boda religiosa).
La boda religiosa tenía que ser el jueves -y en esa fecha- porque un paquete de luna de a una isla del Caribe, ya estaba pago desde hacía varios meses. Bueno, un enredo. ¡Yo estaba tan tensa!
La pastora que ofició la boda accedió en esta ocasión a llevar a cabo nuestra boda, ya que nos conoce bien y…, pues lo de la boda civil era algo privado.
Miren hermanos, aparte de la tensión por tantos cambios de fecha, yo estaba tranquila y contenta. Mi familia vino desde New Jersey, mi abuela desde México; la familia de mi novio desde México también vino.
Todo marchaba de maravilla, ¡me sentía tan feliz!. Pero antes de iniciar la ceremonia tuve un presentimiento porque vi caras serias, muy serias: vi algunos rostros feos con cara de funeral, que nunca había visto en mi vida.
Pues aquí les va lo que me pasó...
La pastora también es cantante y habló e interpretó una canción cristiana ¡tan bonita!, yo no cabía en mí de felicidad. Cuando en medio de la canción note que mi novio estaba demasiado nervioso, serio y sutilmente miraba de reojo de derecha a izquierda, como si buscara algo... Yo le hacía señas pero él muy...no me miraba…o no me quería mirar... Todo pasó tan rápido que aún no lo creo.
Cuando la pastora dijo que si había alguien que se oponía a la boda, que hablara ahora o callara para siempre. ¡Oh mi Diosito!, no sé por qué lo dijo… ¡Nunca lo hubiera dicho! Sólo oí un grito desde atrás de una mujer que casi llorando decía:
―Pues… yo sí tengo algo que decir, ministro: que aquí este esta echándose este compromiso, y deja a mi hija de 17 años al borde del suicidio y embarazada de 6 meses. Y yo me atrevo a intervenir en esta sagrada ceremonia, y con respeto de la a quien no conocía, para demostrarle a este desgraciado, con el perdón de los presentes, que no lo vamos a dejar en paz hasta que se haga responsable del compromiso de esta criatura que viene en camino. Porque no le exijo que se case con mi hija, ¡qué a la cárcel lo debería de mandar por enamorar a una menor!, pero no quiero ir tan lejos. Mientras este hombre le prometía fidelidad y matrimonio a esta pobre novia, a escondidas se veía con mi hija y le hacía las mismas promesas. Mi hija no está presente y ella no sabe que yo vendría, mas vengo a decirle a este bribón que no somos idiotas y no nos vamos a dejar menospreciar por este animal... Bueno, pues he dicho. Que Dios me perdone y los presentes por causar esta conmoción que estoy segura de que cualquier madre que ama a su hija menor, haría lo mismo; pero sobre todo, que este rufián no se quede sin castigo ni pena. Que la justicia de Dios es justa y tarde o temprano recibirá su castigo. Me despido, con su permiso...
Y habiendo dicho eso la mujer se retiró. La pastora estaba amarilla y con la boca abierta, mi novio estaba llorando. Yo pensaba que era una pesadilla o una alucinación.
―Dime que no es verdad, Rafa- Le dije a mi novio - dime que no es verdad esto que está pasando, ¿Verdad que es una mentira, o una broma de esas de cámara escondida? Anda, por favor, ¡contéstame...!
Y ahí parados frente a todos, él solo se llevó las manos a la cara y empezó a sollozar. La mujer ya se había retirado y aunque no había muchos invitados, los murmullos llenaban la pequeña iglesia.
La pastora se inclinó hacia nosotros y nos dijo:
―“Bueno, pues esto nunca me había pasado. Pero… si ustedes quieren continuar, continuamos como si nada hubiera pasado. Ahí... después arreglan ustedes… Yo tengo un culto en media hora y no puedo esperar mucho”.
Mi madre y mi hermana se acercaron a nosotros y me preguntaron que cómo me sentía. Yo no pude más y solté el llanto…
― ¿Continuamos? Continuaremos mejor – dijo la pastora.
― ¿Qué quieres hacer hijita? – preguntó mi madre.
Mi novio seguía con las manos en el rostro, pero le picaron en las costillas para que reaccionara.
―Seguimos – dijo él – continuamos – luego lo aclaramos, mi amor – y se me quedo viendo esperando mi respuesta.
No les miento, que esto se desató en menos de cinco minutos. Tres años de ilusiones, tensiones y de amor echados a perder en cinco minutos.
Levanté mi rostro aún confundida y les dije:
Primero dirigiéndome a mi , a mi hermana y a los de Rafa que me alcanzaban a escuchar: Denme un minuto en silencio. Ayúdenme a orar, realmente no sé qué hacer…
―¿Seguimos, amor? – insistió Rafa – ¿seguimos?, lo aclaramos al rato. No vamos a parar por esa mocosa.
Me llene de ira. En el fondo yo sabía que era verdad lo de esa chica y lo de ese supuesto embarazo. Yo en el fondo de mi corazón estaba segura de que era verdad. Ya lo sospechaba y, aunque no tenía pruebas, ni rumores, ni chismes, nada; yo sospechaba que algo andaba mal. Sentía algo dentro de mí en los meses previos a la boda. Pero por tonta no me atreví a preguntar o a investigar qué había más allá, detrás de esas veces que Rafa se me desaparecía, o no me contestaba el teléfono, o no tenía deseos de estar conmigo. Por otro lado, a él se le iban los con las jovencitas (yo tengo 32). Me hacía bromas que le encantaban las chiquillas de 16 para arriba. ¿No sé por qué yo toleraba eso? Yo le diría a cualquier mujer que no tolere esas estupideces de sus novios o maridos.
Me dio mucho coraje por su manera de hablar y por haberle llamado “mocosa” a la chica. ¿Se fijan? No se refirió a la señora que interrumpió la boda, se refirió directamente a la chica y la llamó “mocosa”, en otras palabras: tonta, inexperta, idiota, inmadura, fácil de engañar… Me sentí mal por la chica, por las ilusiones que, como yo, ella se habría hecho… Me sentía desilusionada, lastimada, pero me llené de ira y de valor y…
― ¡NO! – Hablé levantando la voz para que todos me escucharan.
Me quite el pequeño velo que formaba parte de mi , y sin mirarlo a él al rostro, me dirigí a las familias presentes y a la ministra.
― ¡NO, no continuamos!, aquí paramos la ceremonia. – Para los que no saben, el matrimonio civil no se ha firmado, así que legalmente no estamos casados y no estoy obligada por ninguna ley, ni del ni del cielo, a continuar con esta ilusión que bien se podría convertir en una farsa. No, no continuamos. Por ahora, no, no sé qué pasará mañana. Les pido sus oraciones, su comprensión y su discreción y si alguien sabe alguna otra razón o si alguien puede atestiguar que esto que dijo la es verdad, pues hablen conmigo primero, por favor… gracias. Yo me retiro… les pido una disculpa. No habrá fiesta, está cancelado todo hasta nuevo aviso.
Rafael me tomó del hombro y me quiso jalonear para hablar conmigo, le clavé las uñas en su mano y lo aventé. No lo miré a los ojos, ni quise hablar con él. Les pedí a mis primos que se encargaran de cancelar todo y arreglar cualquier pendiente con la ministra, la iglesia, el salón de festejos, la comida, etc. Mi madre y mis hermanas me ayudaron a salir y, antes de subir al auto, mire de reojo y vi que Rafa estaba hincado en el suelo y algunos familiares lo consolaban.
Pues es lógico que desde ese jueves (apenas hace 4 días) no he podido dormir. Estoy aún en estado de shock. Rafa me ha estado llamando. Ayer duró casi 24 horas esperándome fuera de mi casa y yo no quise salir y mi madre tampoco lo dejo pasar. El teléfono lo tengo apagado desde el jueves. No he querido hablar con nadie, solo con Dios y mi madre; quien me pide que lo perdone. (Ella ya hizo algunas averiguaciones y lo de la chica es 100% verdad y parece que hay otras chicas en estado similar, pero en el pasado de Rafa, eso yo no lo sabía hasta el día de hoy). Pero mi madre me dice que lo perdone y me case con él; que le dé una cachetada al diablo. Y yo le digo: Madre ¿Quieres que le dé una cachetada al diablo y al mismo tiempo le dé un beso y me case con él? ¿Qué me espera más adelante?
Oren por mí y denme un consejo, por favor. Lo peor de todo, es esto hermanos:
SOSPECHO QUE YO TAMBIÉN ESTOY EMBARAZADA...